Las Profecías de Leonardo da Vinci

Balsas y otros artilugios en los que mezclaron hombre, mujeres y niños, aterrorizados por la furia de los vientos, los cuales voltearon las aguas alrededor de los cadáveres de los que se habían ahogado.

Todas las aguas al romper en las costas parecen batallar con los golpes de los cadáveres  de los ahogados.

El agua del mar se elevará hasta las altas cimas de las montañas. Subirá hasta el Cielo y bajará de nuevo sobre las moradas de los hombres.

Se verán por todos lados árboles venerables arrancados de la tierra por la furia de los vientos. Los ríos crecidos se desbordan y sumergen las inmensas tierras bajas y a sus habitantes.

Grandes cuerpos sin vida soportarán multitud de hombres luchando por salvar sus vidas.

Las aguas crecidas giran en el lago que las contiene y rápidos remolinos golpean diversos objetos y saltan al aire con espuma turbia.

Los niños serán arrancados de los brazos de sus madres lanzados al suelo y luego despedazados.

Los hombres verán una extraña destrucción en el cielo. Se verá como fuertes llamas que vuelan hacia el cielo y escapan con terror de él.

Y fragmentos de montañas ya erosionados por los torrentes y ahogarán sus valles hasta que los ríos crecidos se desborden y sumerjan las tierras bajas y a sus habitantes.

El que nos da alimento y luz bajará  con prisa del cielo.

Las montañas más altas, a pesar de que están lejos de las orillas expulsarán el mar de su lugar.

Todos los elementos se mezclarán con gran alboroto corriendo hacia el centro de la tierra ahora al cielo…a veces de este a oeste e igualmente desde este hemisferio hasta el otro.

Entre los terrores irremediables y destructivos las inundaciones causadas por ríos crecidos deberían tener prioridad ante cualquier otro movimiento espantoso y aterrador.

El Barro llegará tan alto que el hombre caminará sobre los árboles en sus aldeas.

Monedas invisibles llevarán al triunfo a aquellos que las gasten.

Innumerables vidas se extinguirán e innumerables agujeros se crearán sobre la Tierra.

Fuentes: (Profetas en Internet)