domingo, 4 de mayo de 2014

La Próxima Edad de Hielo

   A pesar de que por todos lados se habla del calentamiento global, cada vez se presentan más pruebas de que el planeta en realidad está entrando en una nueva era de glaciación. Habibullo Abdusamátov, doctor del Observatorio de Pulkovo de la Academia de Ciencias de Rusia, asegura que el planeta ya ha comenzado a enfriarse y esta situación afectará la vida en la tierra llegando a su punto máximo en 2055.

El jefe del sector de las investigaciones espaciales del Observatorio de Pulkovo de la Academia de Ciencias de Rusia, el doctor honorario Habibullo Abdusamátov declara que el planeta ya ha comenzado a enfriarse. Estudiando la periodicidad del cambio de la actividad solar, se pueden sacar las conclusiones sobre los calentamientos globales futuros y los descensos de temperatura. “Disponemos de datos que indican que la temperatura comenzará a bajar radicalmente a partir de 2014 hasta llegar a su pico en 2055″, asegura el investigador.



El descenso de temperatura llevará a lo que las áreas de siembra serán considerablemente reducidas. Además de los problemas con los productos alimenticios, será mucho más difícil la extracción del petróleo y el gas en la latitud norte. Surgirán problemas con el suministro de calefacción a la población. “El descenso de temperatura tocará a muchos, casi a todos, pero en general a los países norteños”, advierte Habibullo Abdusamátov.

El pronosticado descenso prolongado de temperatura puede representar el quinto pequeño período glaciar en los últimos nueve siglos. Fenómenos climáticos semejantes se constataron en XIII, XV, XVII y en el siglo XIX.

“El descenso de temperatura afectará a muchos, a casi todos”, advierte el investigador, destacando que “como ocurre a menudo, primero se habla de que todo esto es absurdo, que no es ciencia, que esto no puede ser, pero después resulta que algo al fin y al cabo tiene lugar”.

“El reconocimiento de la teoría sobre el descenso de la temperatura corre por todo el mundo”, informó Abdusamatov, que no obstante dio esperanzas al afirmar que las temperaturas no alcanzarán su nivel crítico, así que no se podría hablar de un cambio absoluto y definitivo de la temperatura de nuestro planeta.




Las predicciones del Dr. Habibullo Abdussamatov

El científico ruso Dr. Habibullo Abdussamatov, del Observatorio Astronómico de San Petersburgo, afirmó que el reciente mal tiempo simplemente es el preludio de la nueva “Pequeña Edad de Hielo”, convirtiendo la tierra en un escenario apocalíptico. El Dr. Abdussamatov tiene la creencia que la Tierra lleva tiempo avanzando inevitablemente hacia un descenso de la temperatura”. Según dijo el propio Dr. Abdussamatov a los medios de comunicación:

“Se observó la última disminución global de la temperatura (la fase más fría antes de la Pequeña Edad de Hielo) en Europa, América del Norte y Groenlandia. Todos los canales en los Países Bajos se congelaron, los glaciares estaban avanzando y la gente se vio obligada a abandonar sus asentamientos, habitada desde hacía varios siglos. El río Támesis en Londres y el Sena en París se congelaron durante años. La humanidad siempre ha estado prosperando durante los períodos cálidos y sufriendo durante los fríos. El clima nunca ha sido y nunca será estable.”


Pero en 2.006, el Dr. Abdusamatov avisó que las temperaturas caerían en seis o siete años a partir de ese momento. El período más frío se producirá no más de 15 a 20 años después de una importante caída en la actividad solar, dijo Abdusamatov.

Crecen los glaciares en Asia

Dos nuevas investigaciones aseguran que la masa de hielo en el Himalaya se ha expandido en los últimos años. Aseguran que aunque las emisiones de dióxido de carbono fueran detenidas, ya hay suficiente en la atmósfera como para atrasar el inicio de ese período geológico.

Científicos han revelado que los glaciares de una de las cordilleras más grandes de Asia se han expandido en los últimos años, desafiando la tendencia general hacia el derretimiento.
Los expertos dicen que un estudio detallado de los glaciares de la cordillera de Karakórum, que atraviesa Pakistán, India y China, muestra una leve expansión, mientras que los glaciares del Himalaya se han empequeñecido.



Los investigadores señalan que, al parecer debido a una peculiaridad en el patrón climático, llega menos calor al Karakórum, al tiempo que las montañas reciben mayores cantidades de nieve.Tradicionalmente se tiende a incluir dentro del concepto de Himalaya a la cordillera del Karakórum y a las montañas del Transhimalaya en el Tíbet.

Sin embargo, los geógrafos actuales separan el Karakorum del Himalaya. El Karakórum, que se encuentra al noroeste del Himalaya, es una cordillera con características geológicas propias, destaca Alkaid Ediciones, en su página en línea.
El Himalaya, cordillera situada en el continente asiático, se extiende por los países de Bután, China, Nepal, India, Tíbet y Pakistán, formando un arco de oeste a este de 2600 kilómetros, y de norte a sur de 350 kilómetros. No debe confundirse el Himalaya con la cordillera de Kunlun u otras cadenas de montañas.

Lo planteado por el grupo de científicos quizás podría chocar con apreciaciones de otros peritos en estudios como uno publicado a principios de 2012, que aludió al atraso de la próxima glaciación y la vinculó al efecto acumulado de la industrialización.
Estos investigadores estudiaron la sucesión natural entre las épocas glaciales y las más cálidas o interglaciales, iniciadas cerca de tres millones de años.



Las emisiones de dióxido de carbono han llegado a unos niveles tan altos que un grupo de científicos de USA, Reino Unido y Noruega las han considerado suficientes para haber atrasado el comienzo de la próxima glaciación.

Los investigadores, indagaron sobre el inicio de las anteriores edades glaciales y calcularon que la transición a la próxima debería empezar dentro de unos 1,500 años, dijo BBC Mundo.

Ese estudio concluyó que aunque las emisiones de dióxido de carbono fueran detenidas mañana, ya hay suficiente en la atmósfera como para atrasar el inicio de ese período geológico, que se caracteriza por una bajada general de la temperatura y un aumento de los casquetes polares y los glaciares alpinos.

El papel del CO2

El CO2 fue el verdadero culpable del calentamiento del planeta que terminó con la última edad de hielo, hace 10.000 a 20.000 años, asegura un estudio que rebate a quienes ponen en duda que el cambio climático se deba a una acumulación de gases de efecto invernadero.

Hasta ahora, el papel del dióxido de cárbono (CO2) en el fin de la última glaciación estaba rodeado de incertidumbres y contradicciones.

“En las muestras de hielo de perforaciones en la Antártida, observamos que el aumento de temperaturas precedió a la concentración de CO2″, concede Jeremy Shakun, del departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Harvard y responsable de esa investigación, publicada el miércoles.
Muchos escépticos del cambio climático recurren a ese argumento para negar que los aumentos de temperatura se deban a los gases de efecto invernadero (entre ellos el CO2).



En las tesis de esa corriente, el final de la última edad de hielo se explica por una ligera variación orbital que podría haber provocado un aumento del impacto de las radiaciones en la superficie terrestre.
Los climatólogos del equipo de Shakun sostienen en cambio que la acumulación de los niveles de CO2, aunque no hayan desencandenado el calentamiento, lo amplificaron considerablemente.

Para probarlo, partieron del principio de que las burbujas de aire atrapadas en las muestras revelan el nivel de CO2 de la atmósfera a nivel global, pero que las temperaturas registradas en esas muestras sólo reflejan las variaciones en el lugar de la extracción. Esas temperaturas serían entonces representativas de la Antártida y no del planeta en su conjunto.

Los climatólogos reconstruyeron el modelo climático de la última glaciación utilizando 80 muestras geológicas (sedimentos marinos, terrestres y núcleos de capas de hielo) procedentes de diferentes zonas del globo.



Y los resultados, insisten, demuestran que el CO2 fue el principal causante del final de la última edad de hielo. “La variación orbital es el desencadenante, pero no va mucho más lejos (…). Nuestro estudio demuestra que el CO2 fue el factor más importante”, subraya Shakun. “Observamos una gran correlación entre las temperaturas globales y el aumento de CO2. Y algo más interesante aún: el (aumento de) CO2 es posterior al calentamiento en la Antártida, pero precedió al calentamiento global”, prosigue.

Según el estudio, la variación de la órbita terrestre ha iniciado el deshielo de una parte del casquete glaciar que recubría América del Norte y Europa y eso provocó el vertido de millones de litros de agua dulce hacia el Atlántico norte, perturbando las corrientes oceánicas que redistribuyen el calor a escala planetaria. Cuando ese climatizador natural se alteró, el calor se acumuló en el hemisferio Sur y el calentamiento se inició, por eso, en la zona de la Antártida.


Ese proceso acarreó a su vez el derretimiento del banco de hielo y liberó en la atmósfera el CO2 que había permanecido capturado hasta entonces en el océano. Y ese aumento de las emisiones de dióxido de carbono explica, finalmente, el calentamiento global.
Con semejante espiral de causas y efectos se produjo “una rápida salida de la última edad de hielo”, resume Shakun. Una salida que se prolongó pese a todo 10.000 años, muchos más que los escasos dos siglos que los seres humanos han necesitado para provocar aumentos de temperatura equivalentes. “Los niveles de CO2 suben de nuevo. Pero esta vez, a la Tierra sólo le han hecho falta 200 años para registrar unas subidas equivalentes”, afirma Shakun, quien insiste en el impacto de las emisiones originadas por las actividades humanas en el cambio climático actual.

Europa al igual que gran parte del este de los Estados Unidos ha sido sorprendida a finales de este mes de abril con un persistentemente y asombroso frío invernal. 

Esta primavera ha venido acompañada del aire ártico y fuertes nevadas más típicas del mes de diciembre, que en muchos lugares del mundo se han registrado temperaturas de 3 a 6º C por debajo de lo normal. En el Reino Unido, la Oficina de Meteorología informó que este final de abril ha sido el mes más frío desde 1962, con una temperatura media de 3º C por debajo de lo normal, sin olvidarnos de marzo, el más frío desde que comenzaron los registros en 1910.

Tiempo anómalo en el planeta

En marzo, una fuerte tormenta de nieve afectó el centro de Inglaterra e Irlanda del Norte. La tormenta trajo condiciones de desorientación en algunas áreas causando la muerte de miles de animales. En Alemania, el frío ha sido especialmente implacable. En un comunicado de prensa del Servicio de información Meteorológica Alemán, el promedio de temperatura en Alemania fue de 4,1ºC, y aunque no se trata de un récord histórico, este año sorprendió por las inusuales nevadas frías y pesadas. En los Estados Unidos y Canadá se han tenido que soportar temperaturas inusualmente frías. Según el Servicio Meteorológico Nacional, se ha convertido en el año más frío desde el año 2000, donde una tormenta a finales de invierno rompió récords de nevadas en muchas áreas de Estados Unidos.



La explicación científica

Uno de los datos más fiables sobre los cambios de temperaturas son los ofrecidos por la Oficina Meteorológica del Reino Unido, que durante mucho tiempo ha mantenido una base de datos continua y consistente desde la década de 1.660. Aunque el registro cubre sólo una pequeña parte del hemisferio norte, se ha mostrado un aumento constante desde la última “Pequeña Edad de Hielo” en el año 1.850. Este aumento concuerda bien con otros registros de temperatura, pero sin embargo, desde el año 2.000 la disminución de la actividad solar en el ciclo solar 24 parece moverse de nuevo hacia pequeños patrones registrados en la edad de hielo teniendo un efecto real.



Así que desde el año 2.000 los datos muestran una disminución anual de la temperatura en los últimos 12 años, negando casi la teoría del aumento de la temperatura desde 1.850. Aunque se trata de un período muy corto, la magnitud del “supuesto cambio climático” que se ha observado desde el cambio de milenio es notable. Comparando los valores de los últimos meses de 2013 con los 13 años de este siglo, se puede observar un aumento de la temperatura de invierno desde 1.850 hasta el año 2.000. En ese periodo de 150 años hay fuertes fluctuaciones de la temperatura y desde 1.850 las temperaturas mundiales se han recuperado de la pequeña edad de hielo hasta el año 2.000. 

Estas fluctuaciones se han correlacionado bien con la actividad solar, debido al período solar particularmente activa desde el año 1.970 en adelante coincidiendo así con los ciclos solares 21, 22 y 23. Sin embargo, el actual ciclo solar 24 es mucho más débil de lo esperado y las manchas solares están disminuyendo a niveles de la anterior Pequeña Edad de Hielo. Según algunos expertos, así comienza una Pequeña Edad de Hielo. 



Estas condiciones más frías llevan a un desvío hacia el sur de la corriente fría sobre Europa, cuando el flujo de aire de la atmósfera superior pasó por el norte de África en lugar de ir en dirección al norte de Escocia, que sería la situación normal en tiempos más cálidos. Esta condición conduce a veranos muy húmedos y inviernos muy fríos, como se está produciendo en los últimos 5 años en todo el norte de Europa y el resto del hemisferio norte. La humanidad ha prosperado en el mundo interglaciar actual gracias a los últimos 10.000 años que ha sido relativamente cálidos, siendo en parte los responsables del desarrollo de toda la civilización.

¿Ha entrado la Tierra en una era glacial?

La última “mini” glaciación comenzó en el siglo XIV, cuando el Mar Báltico se congeló seguido de un frío intempestivo, grandes tormentas y el aumento del nivel del Mar Caspio. Esto fue seguido por la extinción de los asentamientos nórdicos en Groenlandia y la pérdida de los cultivos de cereales en Islandia. Las cosechas se redujeron de forma considerable incluso en Escandinavia y fue una mera anticipación de grandes desgracias. 



En el siglo XVII, los glaciares de los Alpes suizos avanzaron, eliminando granjas y aldeas enteras. En Inglaterra, el río Támesis se congeló durante el invierno, y en 1.780, Nueva York se congeló. Si esto hubiera continuado, la historia habría sido muy diferente. Por suerte, la disminución de la actividad solar que causó la Pequeña Edad de Hielo terminó y el resultado fue el florecimiento continuo de la civilización moderna.



Hubo pocas edades de hielo hasta hace 2,75 millones de años, cuando el clima de la Tierra entró en un período inusual de inestabilidad. Desde hace unos ciclos, las glaciaciones duran unos 100.000 años, separados por periodos de interglaciaciones relativamente cortos, como el que estamos viviendo.

Pero contrariamente a la información dada por los medios de comunicación nacionales en un intento de normalizar la situación, el verdadero peligro que se está enfrentando la humanidad es la llegada de una nueva Edad de Hielo. Algunos expertos afirman que lo que estamos viviendo ahora es conocido como el periodo interglaciar, un período relativamente breve entre la edad de hielo permanente. Por desgracia para nosotros, los períodos interglaciares sólo duran unos diez mil años, y este es el tiempo que ha pasado desde que terminó la última glaciación. 

Entonces, según la lógica de los expertos, las pregunta que nos deberíamos hacer es: ¿Cuánto tiempo tenemos antes de que el hielo comience a extenderse por la superficie de la Tierra?

Fuente:(Youtube)
Fuente:(http://miniedaddehieloxxi.wordpress.com/)
Fuente:(http://www.predicciones2014.net/)
Fuente.(http://www.mundoesotericoparanormal.com/)

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