miércoles, 26 de octubre de 2016

Derrumbe económico de EEUU para después de las elecciones

El sistema financiero de EEUU corre peligro de un colapso repentino, según advirtió la agencia estadounidense United Press International.

“La proporción entre el precio del mercado de valores y la ganancia neta por acción resulta muy inflada”, escriben los analistas de UPI.

Además, se indica que las actuales tasas de interés se encuentran en niveles históricamente bajos, pero cuando suban, el ratio precio/beneficio volverá a sus valores promedio, lo que acarreará una caída de la bolsa entre un 15% y un 25%.

Según comentó el experto de la Academia de Ciencias de Rusia, Vladímir Vasíliev, citado por el portal ruso Ridus, la economía de EEUU está a punto de desplomarse debido a que su ‘estabilidad’ actual se basa en la voluntad pura y los recursos psicológicos y administrativos.

“La economía de EEUU se mantiene a flote gracias a los esfuerzos de Fed (Sistema de la Reserva Federal)”, comentó Vasíliev.

Asimismo, agregó que, tras recibir la solicitud por parte de Barack Obama de “sostener la economía hasta las elecciones presidenciales”, la presidenta de Fed Janet Yellen asumió el control sobre la situación financiera en el país.

Yellen congeló la tasa de interés hasta el día de las elecciones, logrando postergar la recesión de manera artificial.

Sin embargo, al garantizar la estabilidad ficticia e incluso un crecimiento económico, la especialista “sopló una burbuja que explotará justo después de las presidenciales”.

“Hasta el 9 de noviembre la economía de EEUU seguirá más o menos estable porque esto garantiza las ventajas para la candidata demócrata Hillary Clinton”, precisó el experto, además de añadir que al día siguiente “cuando desaparece la necesidad de revitalizar artificialmente el cadáver económico, [la economía] caerá, al menos, en un 25%.

Fuente: (https://elmicrolector.org/)

sábado, 15 de octubre de 2016

Obama ordena que EE.UU. se prepare ante una gran tormenta solar

Todas las autoridades de EE.UU. deben estar preparadas ante la llegada de una hipotética tormenta solar. El presidente Barak Obama ha dictado una orden ejecutiva, recogida en la web de la Casa Blanca, para que al país no le pille desprevenido si se produce un evento climático espacial extremo, como una gran erupción solar, que podría poner en peligro infraestructuras y tecnologías críticas.

Un fenómeno semejante, advierte la orden, podría desactivar una gran parte de la red de energía eléctrica, lo que resulta en una cascada de fracasos que afectarían a servicios clave como el abastecimiento de agua, la salud y el transporte. «El clima espacial tiene el potencial de afectar y alterar la salud y la seguridad a través de continentes enteros simultáneamente», recuerda.

Como explica la orden, los fenómenos meteorológicos espaciales, en forma de erupciones solares, partículas energéticas solares y perturbaciones geomagnéticas, se producen regularmente, y algunas veces se dejan notar en infraestructuras y tecnologías, como el Sistema de Posicionamiento Global (GPS), los satélites, la aviación y la red de energía eléctrica. Pero un evento extremo podría hacer mucho más daño y resultar catastrófico.

Por ello, Obama considera que la preparación para estos eventos necesita el esfuerzo de toda la nación, que requiere asociaciones entre los gobiernos, los gestores de emergencias, los círculos académicos, los medios de comunicación, la industria de los seguros, etc. Esto no quiere decir que una tormenta solar de semejante magnitud vaya a producirse mañana, pero el gobierno estadounidense quiere estar prevenido para que los daños sean los menores posibles cuando ocurra. Desde luego, no es imposible.

De esta forma, dicta la orden, el gobierno federal debe tener la capacidad de predecir y detectar un evento extremo de clima espacial inminente, desarrollar los planes y programas necesarios para alertar a los sectores públicos y privados, proteger y reducir los riesgos en las infraestructuras críticas antes y durante una amenaza creíble, y poder responder y recuperarse de sus efectos.

120 días para proteger la red de energía

La directiva pone a las distintas agencias federales sobre aviso de que tienen un plazo concreto para llegar a un plan para predecir y detectar estos eventos interestelares, alertar al público, proteger la infraestructura crítica y recuperarse de los daños. Además, la Secretaría de Energía tiene 120 días para desarrollar un plan para proteger de perturbaciones electromagnéticas a la red de energía eléctrica.

En 1989, un transformador en Nueva Jersey quedó inutilizado dejando a 6 millones de personas en la provincia de Quebec (Canadá) sin energía eléctrica a causa de una eyección de plasma solar. En 1859 se produjo el famoso evento Carrington, que dejó fuera de servicio el telégrafo de la época mientras en el cielo se veían auroras hasta el sur de Cuba. Si ocurriera hoy en día, de decenas a cientos de transformadores quedarían destruidos, hundiendo en la oscuridad durante semanas, meses o años porciones de continentes.


En una sociedad como la nuestra altamente dependiente de la tecnología, el caos llegaría sin remedio. En un informe de 2013, el mercado de seguros Lloyd de Londres estimaba que el coste de la recuperación de una potentísima tormenta solar oscilaría entre 600.000 millones y 2,6 billones de dólares.






Fuente: (Youtube)

        (http://www.alertacatastrofes.com/)