Según el experto, la primera señal del inicio de la Tercera Guerra Mundial sería el conflicto armado entre Japón y China por las islas Senkaku, objeto de disputa entre los dos países asiáticos. Al mismo tiempo, el más interesado en la posible guerra sería Tokio, escribe el autor.
Las islas Senkaku, objeto de disputa entre China y Japón.La segunda señal sería el aumento de las tenciones en torno a la división del Ártico. Gafarly opina que todos los pretendientes occidentales (EE.UU., Canadá, Dinamarca, Reino Unido y Noruega) se opondrían de manera unida contra Rusia en esa cuestión.
La tercera señal sería la desintegración de Ucrania, lo que provocaría que Polonia, Austria, Hungría y Rumania comenzaran una disputa por las regiones occidentales de la misma.
La cuarta señal aparecería si la OTAN involucrara a Rusia en un conflicto armado contra los países bálticos para distraer la atención de Moscú de la partición de Ucrania y la guerra chino-japonesa. De este modo, los anglosajones usarían a Estonia, Lituania y Letonia como "cebos en sus juegos geopolíticos contra Rusia", según el experto.
La quinta señal sería la involucración de Turquía, Irán e Israel en las guerras en Siria e Irak, lo que permitiría a EE.UU. desintegrar a Turquía e Irán. El propósito de Washington sería la creación de un Estado vasallo Kurdo formado por las regiones mayoritariamente kurdas de Irak, Siria, Turquía e Irán.
Una invasión a Uzbekistán por parte de radicales islamistas de Afganistán sería la sexta señal. Al mismo tiempo, los extremistas aumentarían su actividad en Kirguistán y al sureste de Kazajistán. El propósito de los islamistas, que según Gafarly estarían apoyados por la inteligencia norteamericana, sería la creación en Asia Central de un 'Califato Islámico' basado en la sharía, para de este modo presionar a Rusia y China.
Las 'revoluciones de colores' en los países latinoamericanos que se oponen a la influencia de EE.UU. sería la séptima señal. Se trataría principalmente de Venezuela, Argentina,Bolivia y Brasil, mientras que los líderes de dichas revoluciones en algunos países podrían pedir la entrada de las tropas estadounidenses.
La octava señal sería el sabotaje al Consejo de Seguridad de la ONU, acusándolo de no ser capaz de resolver los principales problemas políticos y militares del mundo. De este modo,EE.UU. y Reino Unido saldrían del organismo pidiendo hacer lo mismo a sus aliados.
La última señal, que según el experto en unos días o hasta en horas significaría el inicio de la Tercera Guerra Mundial, sería la caída de Internet a nivel mundial y la suspensión de las contrataciones electrónicas en los mercados de divisas, materia prima y valores.
Fuentes: (http://despiertaalfuturo.blogspot.com.es/)
No hay comentarios:
Publicar un comentario