El índice industrial Dow Jones ha caído este viernes más de 500 puntos a raíz de que los precios del petróleo hayan caído por debajo de 30 dólares por barril y de las ventas en los mercados de valores chinos.
Tormenta perfecta y pánico. Ésta es la situación de las bolsas mundiales. Wall Street ha cerrado una semana nefasta y acumula el peor arranque de año histórico contando las 10 primeras sesiones. Este viernes, las caídas superiores al 2% se producen después de unos datos macro decepcionantes en Estados Unidos, otra fuerte caída de la bolsa china y el enésimo desplome del petróleo, que cierra este viernes por debajo de los 30 dólares.
Al término de la sesión de este viernes, el Dow Jones se deja un 2,39%, el S&P 500 retrocede un 2,16% y el Nasdaq, el más castigado, cede un 2,74%. Los inversores huyen de las bolsas este viernes y apuestan por la renta fija. La rentabilidad del bono a 10 años del Tesoro estadounidense cae hasta el 2,027%. Por su parte, el oro dispara su precio un 1,6% hasta 1.090,3 dólares por onza.
Los inversores se han encontrado con un nuevo capítulo de tormenta perfecta para las bolsas que incluye a China, el petróleo y datos macro por debajo de lo esperado.
En el gigante asiático, el Shanghai Composite se ha desplomado un 4% y agranda las expectativas a una devaluación del yuan por parte del Banco Popular de China.
Por su parte, el petróleo cae más de un 5% y se queda por debajo de los 30 dólares, en medio de las expectativas de un inminente levantamiento de las sanciones internacionales que pesan sobre Irán por su programa nuclear. El Ejecutivo persa tiene como objetivo aumentar a lo largo de este año en 500.000 barriles diarios su exportación de crudo, lo que agravaría aún más el exceso de oferta.
El tercer y no menos importante factor que ha lastrado a Wall Street ha sido una batería de datos económicos, entre ellos ventas minoristas y cifras de pedidos industriales, que no alcanzan las previsiones de los analistas, lo que aumenta el miedo a que la recuperación estadounidense no sea tan sólida como se pensaba hace un mes.
"El drama y la cuestión este viernes están relacionados con los precios del petróleo, que no encuentran suelo. Si todo fuera por China, y lo demás estuviera bien, nos gustaría la situación. Pero cuando se juntan China y el petróleo, el mercado reconoce que tiene problemas sustanciales", argumenta en Bloomberg el jefe de inversiones de Oppenheimer Funds, Krushna Menami.
Fuente:(http://despiertaalfuturo.blogspot.com.es/)
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